miércoles, 27 de diciembre de 2023

El Vietnam que no sabías que necesitabas

Disfrutar del camino y olvidarse del destino, si no tienes donde llegar, estás aqui en cada momento.

Seis semanas en Vietnam dan para mucho, aunque podría quedarme otras seis. La sensación es de familiaridad, con ganas de conocer el país mucho más y visitar los lugares que tuve que descartar por lo rápido que pasa el tiempo.

Ahora ya salgo de Vietnam para Cambodia en autobús, para cruzar el puesto fronterizo de Bavet y conocer un nuevo país.

Me ha faltado tiempo en Vietnam, pero lo que he conocido me ha encantado. Cómo siempre, una parte de ti se queda allí donde creas recuerdos, el resto, sigue hacía delante, en busca de seguir encontrandose.

Finalmente estuve en Cao Bang para visitar las cascadas de Ban Gioc, en la frontera con China. De allí fui a Ha Giang, lugar conocido por una excursión en moto de unos tres días con paisajes preciosos y con un aliciente de aventura, pero este me lo tuve que saltar ya que el tiempo no acompañaba. Sa Pa es un pueblo de montaña donde la gente va para hacer un poco de trekking y sobretodo visitar la montaña Fansipan. Es un lugar super turístico, con todo lo que eso conlleva, Ta Van es un pueblito de al lado donde uno puede disfrutar más tranquilamente del lugar y de los encantos de las minoría ls étnicas que viven en la región.

Antes de dirigirme hacia la mitad del país, hice parada obligatoria cerca de Ninh Binh, en un pueblo que se llama Tam Coc. Lo más conocido de la zona es una excursión en barca de remo por el río, con unas montañas que recuerdan a la bahía de Ha Long, con cuevas y túneles que hacen de la experiencia una aventura completa.

De allí salí hacia Hué, ciudad imperial con visita obligada a la ciudad prohibida, luego Da Nang, que me encantó ya que es una ciudad no demasiado turística (almenos en la temporada que estuve yo) y con un ambiente muy bueno y donde conocí un buen grupo de hispanohablantes con los que hice buenas migas. 5 días después salí hacia Hoian, un pueblo muy pictoresco, extremadamente turístico y conocido por sus sastres, que te harán un vestido a medida con un toque exótico.

Cerca de Hoian se encuentra My Son, unas ruinas de la cultura Cham (que recuerdan a pequeña escala a Angkor, bueno, me recuerda a mi que no tengo ni idea de historia jeje). También visité Son My (O también llamado My lai), donde podréis encontrar un museo sobre la matanza que tuvo lugar en ese pueblo durante la guerra con Estados Unidos. Es un lugar del que no te marcharás indiferente.

Después fui a Dalat donde también me hubiera quedado eternamente! Es un pueblo del interior fácil de visitar y con lugares fuera de lo habitual cómo el Maze bar o la Crazy house, muy recomendable. Y de allí a Saigon (O Ho Chi Minh City para los que no quieren conocer la historia local). Una ciudad con aire Europeo (eso dicen... Pero será por la influencia francesa, porque el resto...) Con visitas cercanas obligadas como Cu Chi tunnels o la zona del Mekong. La verdad es que allí estuve la mar de agusto y hice buenas amistades, volvería! (Parece una reseña de Google jaja)

Ahora ya en Cambodia, descubriendo el país vecino, parecido a la vez que diferente, con su trágica historia reciente, increíble historia antigua y una gente que están trabajando fuerte para reconstruir un país hasta hace poco destrozado.

Con eso y poco más, nos vemos en la siguiente!

Besos y abrazos!

Kike






































jueves, 23 de noviembre de 2023

En ocasiones veo motos o.o

Goooood morning Vietnam!

Si, lo habéis adivinado, estoy en Vietnam! Hace un par de semanas que llegué aquí, cómo de costumbre sin haber planeado nada y improvisando por el camino. Mucha gente me había hablado maravillas de este país y la verdad, es tan bueno cómo la gente te dice! Es fácil para viajar, seguro, con una gente super amable y donde además se come de lujo, sin mencionar que es muy interesante tanto por su historia cómo su naturaleza. Eso si, moverse por los sitios menos turísticos es toda una aventura, pero en general se llega a todas partes.

Llegué a Hanoi después de tres aviones (22h) y con una diferencia horaria de 6 horas, pero la vida siempre te tiene guardadas algunas sorpresas... Yo soñaba con llegar al hotel y dormir hasta partir la cama, pero resulta que tenían overbooking (cosa que tuve que adivinar ya que no hablaban casi nada de inglés) y me tuvieron que llevar a otro hotel, en una moto sin luces, sin casco, con la pedazo de mochila y atravesando el caótico tráfico de Hanoi, que para quien no haya estado, el simple hecho de querer cruzar la calle es motivo de plantearte si lo que hay al otro lado es realmente necesario para la continuidad de la vida. Contarlo no le hace justicia, hay que verlo. Coches, motos (miles de ellas), carros, camiones, bicicletas y gente... Todos cruzando por donde les parece mejor y en la dirección que se les antoja! Claro, tu miras eso y entras cómo en otra dimensión. La gente te dice: tu camina despacio y sin pararte que ellos te esquivan, pero por dentro vas pensando: voy a morir, voy a morir,... Y pensarás, bueno, vas por la acera tranquilamente... Pero no, las aceras són para todo menos para las personas! Motos, terrazas, carteles, bueno, que al final tienes que ir andando por el supuesto arcén mientras te vienen motos por delante y por detrás. La experiencia sube de nivel cuando te subes a una moto y te dejas llevar por ese caos organizado. Porque aquí para ir a los sitios se utiliza una app tipo Uber que se llama Grab y lo más barato es que te lleven en moto. Eso si que es una experiencia! En fin, que el tráfico aquí no hay que entenderlo, solo confiar en que para ellos funciona. He llegado a ver 4 personas y un perrito en una scooter (muchas veces), gente llevando una nevera (si, en la scooter), hasta un tio que llevaba a un cerdo de más de cien kg (si si, en la scooter!) panza arriba y con las patas atadas que además iba dando saltos intentando desatarse (no quiero ni imaginar lo que pasaría por la cabeza de ese cerdo). Pero, ahí van, ves algún accidente pero nada grave. Lo que si es muy característico es el constante sonido del claxon, lo tocan por todo, yo creo que ha veces hasta por tocarlo! En fin, si quieres sensación de Viaje, Vietnam te lo ofrece con los brazos abiertos.

Hanoi es bonito para visitar unos días, allí descubres las primeras impresiones del país: Sensación de seguridad, la amabilidad de la gente, la clara influencia del turismo y que las normas están pero són simbólicas, llegando a rozar lo surrealista. Una noche en la "Beer street", estábamos tomando unas cervezas, una calle pequeña donde casi no se puede caminar por las terrazas y gente que allí se acumulan. Pués bien, de repente el propietario del bar nos hace entrar en el bar corriendo, junto con sus trabajadores desmontan la terraza, al igual que todos los locales desde principio a fin de la calle, el motivo? Ha llegado la policía y resulta que las terrazas allí no són legales. Però no hay problema, la policia espera pacientemente a que todos hayan recogido y después pasan con su coche por la calle a 2 por hora admirando las caras de los turistas que van desde el asombro al ay madre! Pero los propietarios estan allí la mar de tranquilos, ya que acto seguido, cuando el coche ha pasado, vuelven a montar las terrazas, música a tope y mares de sonrisas vuelven a llenar la calle... Para verlo! Otra atracción en la ciudad es una callejuela por la que pasa el tren y a los turistas no se nos ha ocurrido nada mejor (si, me incluyo en el pack) que ponernos bien arrimados a la pared, dejando un espacio de un palmo justito entre nosotros y una muerte segura, pura poesía aventurera.

La verdad es que al principio cuesta escapar de ser un turista/cliente/fuente de ingresos, pero como todo, poco a poco vas conociendo sus costumbres, su lengua, sus curiosidades. Todo cambia cuando empiezas a conocer alguna de sus palabras (es un idioma monisilabico y la pronunciación cambia completamente el significado), empiezas a soltarte y comer en sitios donde no tienes claro si es un restaurante o una casa particular y donde señalas lo que come el de al lado porque no tienes ni idea de lo que sirven, si, el inglés no abunda mucho, pero són gente honesta y simpática, claro que vas a pagar precio de turista pero te van a tratar cómo uno más de la familia.

Los vietnamitas són pequeñitos, constantemente tienes la sensación de estar en un parque infantil ya que mesas y sillas són diminutas però donde fueres, adáptate cómo puedieres! Y si no quieres la experiencia local siempre tienes los restaurantes turísticos donde te atenderán con perfecto inglés y te sentirás de nuevo a salvo en tu pequeña burbuja occidental.

Por si tenéis dudas, si, comen perro y lo puedes ver (aunque no muy comúnmente) asadito en un mercado. Yo no lo he probado, pero parece ser que es un poco cómo una delicatessen, algo que te ofrecen para quedar bien y además para algunos tiene la capacidad de limpiar las cosas malas que te hayan pasado el mes anterior. Así que no se, si me lo ponen delante a lo mejor le pego un bocado, no me comería a mi perro, pero el del vecino...

Otras cosas que pueden sorprender es que váis a ver esvásticas en muchas partes, pero no, no són las del vegetariano psicópata, es un símbolo religioso muy antiguo. También el café, es un café fuerte que sirven con leche condensada, muy rico! (También está el café con huevo y otro con coco, están buenos pero són más para los turistas).

Así que después de la locura de la ciudad, el cuerpo me pedía naturaleza y que mejor lugar que Ha long bay! Luego os cuento!

Besos y abrazos!

Kike